Semanas Caramelizadas 6

Hemos dejado lo mejor para el final de esta semana caramelizada porque queremos cerrarla de la mejor manera. Aquí tenéis la entrevista que hemos realizado a Laura Gallego, escritora sobre la que trataba esta semana, ¿y qué mejor para conocer a una escritor que leer sus propias respuestas?. Muchas gracias a Laura Gallego por contestarnos a las preguntas y hacer unos libros tan maravillosos, no dejes de escribir jamás. 
¡Esperemos que os guste! 

1. ¿Planificas tus libros sabiendo cómo comienzan y cómo terminan o te dejas llevar? 

Planifico, por supuesto. Nunca me dejo llevar, porque si vas improvisando es más que probable que te quedes en blanco a mitad, que termines la historia de cualquier manera o que luego tengas que corregir y reescribir un montón. Y reescribir es algo tan sumamente aburrido que prefiero planificar previamente el tiempo que haga falta. Naturalmente que reescribo y corrijo, pero si planifico antes tengo que corregir menos después. Si hay que cambiar algo, se cambia. Pero concibo la escritura de una novela como la edificación de una casa: es imprescindible tener un plano previo si no quieres que se te derrumbe donde menos te lo esperas.

2. ¿Cómo haces tus personajes? ¿En qué te inspiras? ¿Sacas alguno de la realidad?

No, todos mis personajes son inventados. A la mayoría de ellos los desarrollo en mi cabeza durante mucho tiempo antes de “insertarlos” en una historia. Otros, por el contrario, “nacen” de la propia historia; pero en ambos casos presto mucha atención a su historia personal, a su carácter, a sus relaciones con otros personajes y a cómo el mundo en el que viven y las experiencias por las que pasan los hacen madurar y evolucionar de una manera o de otra. Vamos, que no es una cuestión de inspiración, sino de reflexión o, en otras palabras, de estrujarse mucho el coco.

3. ¿Te has encariñado con alguno de tus personajes?

Sí, con muchos. Y lo paso muy mal cuando sé que les van a pasar cosas malas porque es lo que pide la historia. Pero qué se le va a hacer, son gajes del oficio.

4. ¿Cuál fue el libro que más te costó crear? ¿Por qué?

Diría que Memorias de Idhún, porque es muy complejo y lo he desarrollado en mi cabeza durante muchos años.

5. ¿Cómo y cuándo descubriste que querías ser escritora? 

A los 13 años. A los 11 empecé a escribir mi primera novela, pero fue un poco por casualidad; dos años después seguía escribiendo apasionadamente, y no tardé en darme cuenta de que quería seguir haciéndolo.

6. ¿Por qué empezaste a escribir para jóvenes?

Por varios motivos: primero, porque yo misma era muy joven cuando empecé; segundo, porque escribía literatura fantástica, y en aquella época las editoriales especializadas en literatura fantástica no publicaban a autores españoles. Las únicas editoriales abiertas a todo tipo de géneros eran las de literatura juvenil, así que empecé a enviarles mis libros. Hoy en día ya no soy tan joven y hay editoriales que ya publican literatura fantástica escrita por autores españoles y/o dirigida específicamente a adultos, pero yo sigo escribiendo lo que me apetece y lo que me gusta a mí, y resulta que también engancha a una gran mayoría de jóvenes lectores, algo de lo cual me siento muy orgullosa. Por eso digo siempre que soy, y a mucha honra, autora de literatura juvenil: porque los libros que yo escribo, independientemente de su género o de la editorial en la que estén publicados, los disfrutan lectores mayoritariamente adolescentes.

7. ¿Qué le dirías a todos los jóvenes escritores que aspiran a ser alguien como tú? 

Que sean ellos mismos. Lo principal es que escriban lo que llevan dentro, por lo que no tiene sentido que traten de ser como yo. Han de seguir su propio camino; ahora bien, una vez aclarado esto, y si quieren ser escritores para poner por escrito las historias que llevan dentro, hay que tener en cuenta varias cosas: 1) Escribir no es cuestión de talento, sino de vocación. Si quieres escribir, escribes, independientemente de cómo te salga, de si te leen o no, de si te publican o no. Lo haces, y punto. 2) Cuando antes empieces a escribir, mejor; pero no tengas prisa por publicar, porque nadie nace sabiendo escribir. Y probablemente tengas que escribir cientos de páginas antes de poder redactar un texto que valga la pena publicar. Porque a escribir se aprende escribiendo, y a base de trabajo, esfuerzo, constancia y paciencia. 3) Así que escribe mucho. Y lee todavía más. 4) Y, por último, ¡ánimo, paciencia y buena suerte! =)

Esto sí que es una sección 5 caramelos. Y así nos despedimos de vosotros en esta increíble semana ¡el próximo mes más!